miércoles, 9 de octubre de 2013

Usted Puede Ser Un Asesino

Me encontraba acostado en mi cama, haciendo nada, cuando de repente entró una llamada a mi celular. Pegué un brinco, lo alcancé y respondí. Era un amigo que llamaba para preguntarme si estaba muy ocupado como para que lo acompañara al auditorio del colegio en el que recibe clases, a ver una obra de teatro que presentaría su salón. Él no tenía que participar, pero sí debía ir para que su profesora de literatura, la organizadora de la obra, tomara en cuenta su asistencia como nota de clase.

Dejé todo tirado, me bañé rápido y me alisté en tiempo record para salir a encontrarme con mi amigo. De camino me dio hambre y a él también se le abrió el apetito, así que decidimos ir a un McDonald's que queda cerca del colegio, a comernos cada uno un buen combo de hamburguesa con papas fritas y refresco (té frío para mí, Coca-Cola para él), antes de irnos al auditorio.

Según mi amigo, al meter papas fritas a la hamburguesa,
se disfruta de todo a la misma vez y no deja de ser rico.

Entrando al colegio.

Entrada del auditorio.

Nos sentamos en la primera fila de la derecha.

La introducción a la obra la hizo un joven súper gracioso, que me hizo reír con ganas desde que apareció caminando entre el público y saltó al escenario, hasta que desapareció por la abertura del centro del gran telón rojo, que aún no se había esparcido, mientras se despedía deseando que disfrutáramos de las actuaciones. El telón se abrió momentos después, mientras pensaba que si así había empezado, seguro se pondría mejor

En resumen:

El escenario: la sala de una casa.

La trama de la obra se centraba en la vida de un hombre llamado Simón, quien junto a Enrique, su mejor amigo y ratita de laboratorio, está por disfrutar de un verano lleno de diversión, con bebidas alcohólicas, música, mujeres... en fin, un verano totalmente diferente a todos los veranos aburridos que había soportado al lado de su esposa Margarita, quien por defecto era muy olvidadiza, bulliciosa y no podía mantenerse callada. Ahora que ella no estaba en casa, gracias a un viaje que se le había presentado junto a Brigitte, la esposa de Enrique, ellos iban a disfrutar de lo que habían estado esperando, aprovechando que sus esposas se encontraban lejos.

Enrique, esperando a Simón, que fue por una botella de leche.

En eso un hombre desconocido se aparece dentro de la casa y hasta se toma la molestia de beber un buen trago de la leche que no hacía mucho Simón había colocado sobra una mesita en la sala, luego de haberla recogido frente a la puerta principal, donde el lechero solía dejarla a diario. Al verlo Simón, salió correteándolo por toda la casa hasta que el hombre amenazó con contarle sus sucios planes a amabas esposas, a menos que le dieran una jugosa cantidad de dinero.

Aquí claramente se ven la sombra de mi amigo y la mía.
Ah, sí, y también a Simón discutiendo con el hombre desconocido...

Simón siguió intentando atrapar al desconocido cuando en eso el hombre cae, aparentemente muerto, al sufrir un golpe contra una pared de la casa, gracias a un empujón que le dio Simón.

Ocultando al muerto.

Minutos después regresan las mujeres, pues a Margarita se le había olvidado en casa las llaves del apartamento al que iban. Justo en ese momento llegó la policía, gracias a que una vecina metiche les llama, pues sospechaba del muerto en la casa de Margarita y lo confirmó al ver el cadáver en un intento frustrado de Enrique y Simón de sacarlo. Así que ambos, junto a sus esposas que acababan de llegar, son hallados sospechosos de asesinato.

La vecina metiche y su novio el doctor.

Al final, después de interrogar a cada uno, se descubre que el muerto en sí no murió por culpa de Simón, sino gracias al trago de leche que se había tomado antes, lo que lleva a Simón a sospechar que su esposa quería envenenarlo para quedarse con su dinero.


Las dudas se disipan cuando el doctor, quien era novio de la vecina metiche y a la vez era médico de su tía, aparece con una pistola maldiciendo a Simón y a su amigo, por haber tomado el envase de leche equivocado, el cual iba destinado a la tía de su novia, que poseía mucho dinero y aún no terminaba de morirse para que de una buena vez le dejara la herencia a su sobrina.

Se descubre quién era el verdadero asesino.

Cuando se resuelve el caso.

La astucia de Simón permitió mantener entretenido al asesino, haciendo el tiempo suficiente hasta que llegaran los policías en el momento preciso para detener al verdadero asesino y resolver el caso del asesinato por envenenamiento que tomó la vida equivocada.

Fin de la obra.

La organizadora de la obra.

Todos los actores.

La obra estuvo excelente, aunque el final no lo disfruté mucho, pues el vasote de té frío que me había tomado me quiso mandar al baño a orinar, pero el talento en el escenario hizo que me aguantara las ganas, pues no quería perderme nada, mucho menos el final, que ya se estaba acercando pero nada que llegaba.

La obra demoró alrededor de dos horas seguidas, full actuación, pero según alcancé a oir en las palabras finales de agradecimiento de la organizadora, la actuación fue el producto de alrededor de cinco meses de prácticas y ensayos. La audiencia notó el resultado, pues la actuación fue impecable y si hubo errores, almenos yo no los noté, pues los supieron camuflar bastante bien. De todas formas, suelo seguir esa frase que dice "no juzgues una obra de arte por sus defectos".

Me gusta este tipo de eventos que realzan la cultura y entretienen de una forma que en la actualidad es subestimada. Estoy ansioso por ser parte de la audiencia o incluso del elenco de una próxima obra de teatro. Ojalá sea tan buena como la de "Usted puede ser un asesino".

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